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1
Las Escrituras
Creemos (a) en la plena inspiración verbal de la Palabra de Dios y (b) que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son inerrantes en los escritos originales y son la suprema y final autoridad de la fé y la vida.
2
La Trinidad
Creemos que la Dios existe en tres Personas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Estas tres Personas son un Dios, teniendo precisamente la misma naturaleza, atributos y perfecciones.
3
El Señor Jesucristo
Creemos en (a) Su existencia eterna como Dios, (b) Su encarnación y nacimiento virginal, (c) Su muerte en la cruz como la expiación sustitutiva por el pecado, (d) Su resurrección literal, y corporal de la muerte, (e) Su ministerio presente de intercesión en el cielo, y (f) Su retorno futuro a la tierra.
4
El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad, es quien convence a las personas de su pecado, quien luego regenera, bautiza, sella, aparta y vive dentro de los creyentes para que lleven vidas santas; creemos que Él guarda y empodera a los creyentes cada día; que Él es el Maestro de la Palabra de Dios, y nuestro Consejero y Guía para el diario vivir.
5
El Hombre
Creemos que (a) el primer hombre fue Adán, creado a imagen y semejanza de Dios por el aliento de su boca, que también fue creado inocente y puro y (b) que cometió el pecado de desobediencia contra Dios. Por lo tanto (c) su naturaleza se corrompió en pecado y desde él todo ser humano es corrupto en cuerpo, alma y espíritu y (d) todos necesitan redención.
6
Salvación
Creemos que (a) la salvación es por gracia, un regalo gratuito de Dios y no por obras, (b) la salvación incluye arrepentimiento, un cambio de mente con respecto a Dios y por lo tanto cambiar el modo de vivir por el de Dios, (c) la salvación se obtiene a través de la fe personal en el Señor Jesucristo, (d) que todos aquellos que reciben a Jesucristo son regenerados por el Espíritu Santo y son hechos Hijos de Dios, y (e) que la verdadera salvación se manifiesta siempre con un cambio de vida.
7
El Futuro
Creemos (a) en el regreso personal, visible y en cuerpo de Jesucristo a la tierra, (b) en la resurrección corporal de los justos (justificados por la fe en Cristo) para la eterna morada en la gloria de la presencia de Dios, y (c) en la resurrección corporal de los injustos (los que rechazan la fe) para juicio y castigo eterno en el lago de fuego.
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